Estudio sobre el impacto de la monitorización remota de pacientes (RPM) mediante Masimo SafetyNet indica que reduce tiempos de recuperación en pacientes tras una artroplastia total de articulación (TJA)

Luke’s University Health Network (SLUHN) de Pensilvania, junto con investigadores de otras instituciones, evaluaron el impacto de la monitorización remota de pacientes (RPM) mediante Masimo SafetyNet® y el centro de respuesta virtual (VRC) de un hospital en las tasas de reingreso a los 30 días de pacientes sometidos a recuperación postoperatoria aguda tras una artroplastia total de articulación (TJA).

Masimo SafetyNet, una plataforma de telemedicina y gestión remota de pacientes, se combina con diversos dispositivos Masimo y de terceros para transmitir sin problemas los datos de los pacientes a domicilio a los médicos del hospital. Los investigadores descubrieron que los pacientes monitorizados a distancia tras recibir el alta presentaban tasas significativamente menores de reingresos hospitalarios y visitas a urgencias.

Concluyeron: «La monitorización remota a domicilio con un equipo de respuesta virtual después de una TJA ambulatoria es una forma factible de mitigar los reingresos en el postoperatorio agudo y aumentar la satisfacción del paciente”. Los autores observaron que, si bien la tendencia a realizar la TJA como cirugía ambulatoria reduce la duración de la estancia hospitalaria (LOS), la práctica disminuye «el tiempo disponible para controlar las complicaciones postoperatorias», y trataron de investigar si equipar a los pacientes con RPM podría ofrecer lo mejor de ambos mundos: cirugía ambulatoria con la capacidad de realizar un seguimiento de los signos vitales y permanecer más fácilmente en contacto con los pacientes mientras se recuperan en casa.

Participaron 100 pacientes a los que se había programado una intervención quirúrgica total de rodilla o cadera en el SLUHN, divididos en dos grupos: 50 que no recibieron RPM tras el alta (2021-2022) y 50 que sí la recibieron (2022-2023). Se compararon diversas características (demográficas como edad, sexo, raza, IMC y estado civil; datos hospitalarios; puntuación ASA e índice de comorbilidad de Charlson) entre las cohortes y no hubo diferencias significativas (p > 0,05). Los pacientes que recibieron RPM fueron dados de alta con un pulsioxímetro Masimo MightySat® y un tensiómetro Omron, suministrados por Masimo, que se conectaban de forma inalámbrica a la aplicación Masimo SafetyNet.

Durante las 48 horas posteriores al alta, los pacientes comprobaron sus constantes vitales cuatro veces al día. Los datos registrados por Masimo SafetyNet (incluidos los datos de temperatura introducidos manualmente) se cargaron automáticamente en el centro de respuesta virtual del hospital para su revisión por parte de los médicos del hospital, que se pusieron en contacto con los pacientes según fuera necesario para tratar anomalías o signos de deterioro fisiológico, proporcionar orientación y, si estaba justificado, recomendar el regreso al centro para recibir atención en persona.

Los pacientes del grupo de control, que no recibieron RPM, fueron dados de alta con las instrucciones postoperatorias habituales de la TJA. Los investigadores descubrieron que en la cohorte de RPM, 10 pacientes (20%) registraron signos vitales anormales y 2 pacientes (4%) visitaron el DE; ningún paciente fue readmitido en el hospital. En la cohorte de control, 6 pacientes (12%) acudieron a urgencias y todas las visitas acabaron en ingreso hospitalario: tasas significativamente más altas de visitas a urgencias y de reingresos hospitalarios (p = 0,03). Las causas de los reingresos incluyeron dos luxaciones de cadera, celulitis (infección de tejidos blandos) y dolor no controlado. Los autores señalaron que, aparte de las luxaciones, estos reingresos «podrían haberse evitado con una monitorización remota a domicilio».

Calcularon de forma conservadora un coste de reingreso de 7.000 dólares por paciente. Aunque no llevaron a cabo un análisis formal de los costes del programa de RPM, los autores calcularon que, tras tener en cuenta los costes potenciales evitados por el menor número de reingresos hospitalarios, por cada 1.000 cirugías de TJA realizadas, el programa de RPM «podría suponer un ahorro potencial para el hospital de 800.000 dólares». Los investigadores también encuestaron a los pacientes de la cohorte de RPM sobre su experiencia y descubrieron que la mayoría tenía una opinión favorable del programa: El 79% estaba de acuerdo o bastante de acuerdo en que el RPM les ayudaba en su cuidado en casa, el 79% estaba de acuerdo o bastante de acuerdo en que les hacía sentir más seguros y el 79% estaba de acuerdo o bastante de acuerdo en que recomendaría el RPM a algún conocido.

Los autores concluyeron: «Dado que las prótesis articulares totales se realizan cada vez más en el ámbito ambulatorio, la monitorización postoperatoria del paciente desde casa es una forma factible de ayudar a mitigar los reingresos en el postoperatorio. La utilidad de un centro de respuesta virtual sería identificar, en tiempo real, ciertas métricas del paciente que podrían indicar complicaciones potenciales y, en última instancia, permitir una intervención más oportuna que podría prevenir la morbilidad y los reingresos. Los esfuerzos por minimizar los costes no deben realizarse a expensas de los resultados de salud de los pacientes, sino que el objetivo debe ser encontrar un equilibrio adecuado entre ambas agendas».

Masimo SafetyNet no está diseñado para su uso en monitorización en tiempo real.

Texto traducido de sitio web de Masimo.